“Se buscó a los mejores soldadores de la zona, gente con mucha experiencia. Para ellos esta es una tarea sencilla desde el punto de vista de soldadura. Tenemos muy buena mano de obra local y está asegurada la calidad, diría yo en un 99%”.
El inspector en soldadura Diego Segovia es quien está a cargo de la cuadrilla de 60 operarios que trabajó durante más de 36 horas sobre el buque Sophie Siem, al servicio de la empresa Enal Sipetrol. El objetivo del equipo fue montar la estructura y los brazos hidráulicos que permitirán que zarpe la embarcación, llevando consigo un mini submarino que se sumará a la búsqueda del ARA San Juan, desaparecido hace 10 días con 44 tripulantes a bordo. Su último contacto fue mientras navegaban en cercanías de Puerto Deseado.
El jueves se admitió que tras el último contacto –en el mediodía del miércoles 15-, hubo una explosión, por lo que se teme lo peor, más aún cuando extraoficialmente altos mandos de la Marina admitieron ante los familiares de la tripulación que nadie sobrevivió. De todos modos, la búsqueda de la nave por ahora se mantiene como objetivo.
LA BUSQUEDA
Ayer al mediodía, en el puerto local los soldadores continuaron con las tareas luego de más 20 horas de trabajo ininterrumpido. Divididos por turnos, cada soldador efectuó su labor consciente de la responsabilidad que implicaba su finalización. Es que se presume que la partida del Sophie Siem y la llegada del mini submarino serán importantes para la búsqueda.
Según confirmó Segovia los soldadores, pertenecientes a la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y a las empresas Manpetrol y EDVSA, entre otras, trabajaron por posición y divididos en dos horarios: en el inicio de la tarea hubo una cuadrilla de 27 soldadores que trabajó desde el jueves a las 16 hasta ayer a las 5 de la madrugada, y luego ingresó otra cuadrilla de 22 soldadores que culminó los trabajos.
Previo a iniciar la tarea, cada especialista mantuvo una reunión con el inspector. El control fue exhaustivo, tanto que incluso para poder rotar de posición tuvieron que notificarlo al encargado.
Los trabajos, que deberán ser certificados por la empresa que los realiza y por una firma externa, finalizaron ayer alrededor de las 16 y posteriormente se iba a iniciar la carga de los elementos que el buque transportará hasta la zona de búsqueda.
“Somos todos locales, trabajamos en la industria petrolera. Gente con mucha experiencia en soldadura de cañería y alta presión. Es un trabajo que apremia en cuanto a los tiempos y la calidad. Son buenos en lo que hacen, en su arte, y eso asegura la calidad que nos está pidiendo el dueño del barco para que mantenga su certificación”, dijo Segovia cuando aún continuaban los trabajos sobre el buque.
La tarea de montaje de la estructura, que incluyó el quite del espejo de la cubierta del buque -pieza de 40 toneladas con conexiones de cañería, cables y sensores que se quitó el jueves- fue encabezada por las empresas Forte y Aporte, de la misma sociedad.
Esas firmas realizaron la provisión de equipos y la ejecución de la tarea en conjunto con la empresa estadounidense Lincoln Electric, convocados por la Armada y el Puerto de Comodoro Rivadavia, explicó Antonio Mendonca, socio de Forte.
El responsable de la empresa comodorense explicó que para este tipo de trabajo se necesitaba equipamiento consumible que requería certificación de la firma. Y Forte y Aporte tenían el equipo provisto de Lincoln Electric que pudo certificar los trabajos para rápidamente iniciar los trabajos.
Es que el tiempo apremió desde el primer momento, en virtud de que como dijo Segovia, con un nudo en la garganta, “detrás de todo esto hay mucha gente que está esperando que el buque llegue a su lugar”.
Por lo pronto, se espera que el Sophie Siem parta mañana rumbo a la zona de rescate y se sume a la búsqueda de la tripulación del ARA San Juan.